Fernanda Garcia es una estudiante en Sacramento State estudiando criminología y sociología, que ha enfrentado varios retos pertinente a la salud mental, mientras crecía en un hogar Hispano. 

Antes de asistir a Sac State, Garcia asistió a  Sonoma State, una escuela que consiste  de un cuerpo estudiantil predominantemente blanco. 

“Realmente sufrí porque sentía que no encajaba”, dijo Garcia. 

Cuando le mencionaba a su madre que odiaba Sonoma State y que se sentía deprimida e insegura, la respuesta de su madre fue “aguántate y supéralo”, dijo García. 

Según García, ir a terapia le parecía vergonzoso. Describió que, a pesar de la forma negativa  que su familia  percibía la terapia, , ella iba a continuar a buscarla.

“Recuerdo que hubieron dos días en los que fui al centro de consejería”, dijo García. “Literalmente me pare en frente de la puerta y luego me marché.” 

García recuerda que después de alejarse de las puertas del centro de consejería se dijo a sí misma que ella lo resolvería, pero luego se dio cuenta de que no podría resolver  este  problema sola. 

Para muchos estudiantes Hispanos y Latinos, la ideología de que la salud mental no debe ser priorizada se inculca desde una edad temprana. Según la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), debido a este estigma, en muchos hogares latinos crecen escuchando que solamente la gente “loca” recibe ayuda profesional para problemas de la salud mental. 

En 2020, El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reporto que el suicidio fue la septima causa principal de muertes en la comunidad Hispana. 

García dijo que tomó medidas y buscó ayuda. Dijo que el momento que se sintió motivada a pedir ayuda fue durante una de sus sesiones de grupo de Danza Azteca. En esas sesiones, mujeres y otros miembros comparten de sus dificultades  y hablaban de sus problemas en un espacio seguro. 

Para estudiantes que tienen padres migrantes, existe presión adicional para sobresalir académicamente debido a que los padres han pasado por obstáculos significativos que sus hijos no tuvieron que soportar, dijo García. 

“Muchos de nuestros padres han venido de México y han viajado desde tan lejos”, dijo Victoria Vázquez, estudiante de Sac State  estudiando kinesiología.  

Vázquez dijo que los padres migrantes tienen una mentalidad estereotipada en la cual  uno no debe estar molesto o triste cuando tiene dificultades. Para los padres migrantes, sus hijos tienen mucho más de lo que ellos tuvieron creciendo, por lo que su lucha es incomparable, dijo Vázquez.  

Vázquez dijo que confía en sus amigas como una forma de lidiar con las dificultades de la salud mental. 

“Básicamente son mis terapeutas porque pueden relacionarse con las cosas por las que estoy pasando y prestarme ayuda”, dijo  Vázquez. 

Luz Ramírez, estudiante de segundo año estudiando  química, dice que su abuela bromeó con la idea de ir a terapia. A resultado de las opiniones negativas de su familia sobre la terapia, se ha encontrado reprimiendo sus sentimientos. 

“Mis padres siempre han dicho, ‘Tú no tienes esa lucha que yo tuve o con la que estoy lidiando ahorita'”, dijo Ramírez. “Así que, porque me dijeron que no podía sentirme así, es difícil para mí expresar  como me  siento”. 

Según Ramírez, sus padres no ven la escuela como algo que puede gravemente afectar el bienestar mental de uno y la comparación de situaciones es inevitable.

Ramírez dijo que la gente en su vida le dice que no reprime sus sentimientos, pero para ella es algo difícil de superar..

“Trato de cambiarlo, pero es difícil porque estoy en la mentalidad de que ‘no puedo compartir como me siento’ porque siempre hay algo más”, dijo Ramirez.  

Si tu o alguien a quien conoces están en crisis contacten la línea de ayuda de La Alianza Nacional de la Salud Mental al (800)-950-6264 o por mensaje de texto al 62640. 

Llamen a la Línea de Prevención del Suicidio y Crisis al 1-888-628-9454 o 988

Para servicios de consejería y terapia en Sac State contacten el Centro de Consejería y Salud Estudiantil al (916)-278-6461